La función de los inyectores

Como taller mecánico en Fuenlabrada te recordamos que una de las averías que pueden surgir en el coche son las relacionadas con los inyectores. Pero, ¿tienes claro de qué estamos hablando exactamente? Si no es el caso, sigue leyendo porque, aparte de ver qué son, nos centraremos en las averías que pueden presentar.

Los inyectores constituyen una parte clave del sistema de inyección de combustible del automóvil. Son los que se encargan de suministrar la cantidad precisa de carburante al motor para que se produzca la combustión. El sistema de inyección proporciona carburante, ya sea diésel o gasolina, y lo hace a una presión muy alta. El combustible llega entonces al ciclo de compresión del motor. Los inyectores son electroválvulas que se abren y cierran millones de veces con una reacción muy exacta al pulso eléctrico que los acciona, sin fugas ni escapes de carburante, inyectándolo. De este modo, los inyectores suministran el combustible al conducto de admisión o a la cámara de precombustión. En Motor Montesinos te recordamos que puede ser un sistema de inyección directa o indirecta. En todo caso, se inyecta de forma pulverizada y sin que haya goteos. El propósito es que el combustible pueda distribuirse del modo más homogéneo posible. En caso contrario, la combustión no será correcta y el motor fallará.

Los inyectores van situados en la parte superior de los cilindros, en la culata, de cara a facilitar la inyección de carburante. Esta es diferente dependiendo de si el motor está frío o caliente. También influyen, claro está, las exigencias a las que se someta al motor.

Qué averías pueden aparecer

A pesar de que los inyectores tienen una vida útil larga, pueden darse averías en caso de que falle alguna de sus partes internas. Lo habitual es que tan sólo falle uno de los inyectores y no todos al mismo tiempo. Aún así, en nuestro taller te aconsejamos, si tu vehículo tiene ya muchos kilómetros, sustituir todos a la vez para poder mantener el motor equilibrado. Pueden producirse otras averías por pérdida de combustible, en las tuberías o en la parte superior del propio inyector. ¿Cómo detectarlo? Entre otras cosas, porque percibirás un fuerte olor a combustible. Otra avería puede darse por un exceso de carbonilla en el interior de los inyectores. Te alertará una repentina emisión de humo negro por el tubo de escape.

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