Cuando llega el invierno, uno de los aspectos que más debe preocuparte es conducir con la máxima seguridad. Por las condiciones de humedad, puede darse que la condensación empañe los cristales del vehículo y ahí puedes tener un grave problema. Además, la carretera puede estar peligrosa por la acción de la lluvia, la nieve o el hielo. Tienes que hacer lo máximo posible para que el riesgo de accidentes sea el menor posible. Por eso, es clave que puedas aprovechar al máximo los recursos del coche en invierno. Aquí tienes una serie de consejos que agradecerás para sentirte seguro al volante. Recuerda que debes cuidarte tú, pero también tienes que mirar por los pasajeros que van contigo y todos aquellos conductores que te cruzas en el camino.
¿Usar los recursos del coche en invierno? ¡Por supuesto!
Actualmente, la mayoría de vehículos cuentan con dos botones que sirven directamente para desempañar dos de los cristales del coche, como son la luna trasera y delantera. Lo único que tienes que hacer es poner el aire acondicionado en modo caliente y calcarlos. Notarás un ruido que aumenta de intensidad y como la corriente de aire está siendo dirigida al cristal frontal del coche. Poco a poco, el cristal se irá despejando, haciendo que puedas visualizar sin ningún tipo de problema todo lo que sucede en la calzada.
Cuando haces clic en el botón para despejar el cristal trasero, los cables de cobre que cruzan el mismo comienzan a calentarse para hacer su labor. Con esto, ya sabes cómo desempañar los cristales del coche de una manera realmente sencilla. Tan solo tienes que conocer los recursos de los que dispone tu vehículo. Manejar estos recursos del coche en invierno te hará mejor conductor.
Por otro lado, entre los recursos del coche en invierno, también hay uno que suele dar muy buenos resultados y que puede ayudarte a conducir, cuando las condiciones no son las más adecuadas. Estamos hablando de la posibilidad de poder cambiar el tipo de suspensión con la que conduces. Hay algunas que hacen que el vehículo pueda ir más pegado al asfalto y eso te ayudará a tener más agarre cuando la carretera esté mojada o deslizante. Si dispones de esta alternativa, no dudes en aprovecharla.
Otro elemento es la marcha reductora. Es especialmente útil cuando se suben o bajan pendientes con nieve, ya que va reteniendo el coche, de tal manera que el mismo no resbala y puede ir avanzando de una manera lenta, pero segura. Si no tienes reductora, lo mejor es ir con la marcha más larga posible.
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