¿Qué se revisa en una inspección pre-ITV?

En nuestro taller mecánico de Fuenlabrada podemos ocuparnos de la revisión pre-ITV de tu coche. En este primer post, a modo de inauguración, vamos a ver qué se mira en estos casos.

Ya sabes que con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se busca garantizar que todos los que circulen por nuestras carreteras lo hagan cumpliendo con las pertinentes condiciones de seguridad. No sólo se trata de algo relacionado con nuestra propia seguridad, sino también con la del resto de personas con las que compartimos el asfalto. Los turismos han de pasar la ITV por primera vez cuatro años después de su primera matriculación. Después, y hasta que cumplen los diez años, la inspección será bianual. En Motor Montesinos te recordamos que, pasada la década de vida del coche, esta revisión técnica pasa a ser anual.

Es muy importante acometer una inspección pre-ITV en profundidad. Entre otras cosas, se revisa la iluminación del vehículo comprobando que todos los intermitentes funcionan correctamente. También las luces de posición, las de cruce, las de freno y las antiniebla. También hay que comprobar que las placas de matrícula sean perfectamente visibles y que no haya ningún atasco en los conductos del limpiaparabrisas.

En nuestro taller mecánico de Fuenlabrada miraremos además el estado de los neumáticos. Como seguro que sabes, la huella tiene que ser como mínimo de 1,6 milímetros para que la adherencia a la superficie sea la adecuada. En cuanto al sistema de frenado, se han de revisar los discos y las pastillas. En la revisión previa a la ITV se atiende además a las emisiones del tubo de escape para, el día de la inspección en sí, no tener problemas en la prueba de humos. Recuerda que no cambiar los neumáticos, la correa de distribución o las pastillas de freno cuando corresponde puede suponer serios problemas de seguridad.

En España, la mayoría de los fallos graves se detectan en el alumbrado y en la señalización.  Son comunes también los fallos en el motor, en la transmisión y en los frenos. En las partes externas, como la carrocería y el chasis, hay que vigilar además el tema de los abollones y las grietas. No en vano, si un coche tiene demasiados desperfectos estará menos predispuesto a absorber la fuerza de un eventual choque, el objetivo esencial de la carrocería.  

En nuestro taller te miraremos también el tema del aceite. Recuerda que para que no haya problemas en el motor has de cambiarlo cada 15.000 kilómetros aproximadamente. Ten en cuenta que se gasta más con los desplazamientos cortos que con los viajes largos por carretera.

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